El objetivo central del trabajo es realizar una reconstrucción histórica de esa Ruta 2, uno de los principales caminos turísticos de la Argentina. Para eso, nos concentramos en tres momentos clave: la construcción de la ruta pavimentada a fines de la década de 1930s; la masificación del uso de automotores y del turismo y el déficit vial entre los años 1960s y 1980s; y, finalmente, la transformación de la ruta en autovía concesionada y provincializada, durante la década menemista.
Lejos de resultar un tiempo muerto o un no-lugar, el viaje al balneario fue en sí mismo una experiencia turística (que incluía sus propios atractivos e hitos) y la la ruta construyó un tipo determinado de paisaje. Experiencia y paisaje cambiaron a lo largo de los 60 años que examina este trabajo, al ritmo de las transformaciones técnicas en los vehículos y en la infraestructura, pero también de la masificación del consumo de automóviles y del turismo de sol y playa en la segunda posguerra.
El trabajo se enmarca en una perspectiva de historia del transporte y las movilidades. Desde esa mirada las infraestructuras son activas productoras de territorios, relaciones sociales y cultura en tanto mediadoras de la vida social, económica, política y cultural. Al mismo tiempo, consideramos a la ruta como un elemento clave en la conformación de un paisaje asociado a la cultura del automóvil y el turismo. Es desde allí que se analiza tanto su construcción material como simbólica.