Las ataduras epistemológicas tempranas de la sociología le han impedido un desarrollo natural en dirección hacia la investigación de la esencia del fenómeno humano en sociedad y, del mismo modo, este factor ha impactado de manera negativa impidiendo de algún modo el desarrollo de la sociología del conocimiento.
El estudio de los factores esenciales de la acción social representa una necesidad sociológica, por cuanto, los vínculos entre pensamiento, conciencia y sociedad son materias de atención fundamental para la comprensión de las estructuras de la sociedad, en tanto podrían estas ser determinadas por la conciencia. Si bien es cierto, que las nociones de mente (individual y colectiva), conciencia (individual y colectiva), y su relación con la sociedad ha sido tratado de manera especulativa por la filosofía, la antropología, y la sociología en menor medida, lo que no ha sido explorado desde la sociología, es la relación existente entre la realidad natural, representada en nuestro caso por la mente y la conciencia, y la realidad artificial representada por la sociedad en tanto creación humana.
Hoy más que nunca, en los inicios del siglo XXI, es necesario plantearse una investigación sociológica que pueda acceder a los aspectos esenciales del fenómeno humano como acontecer individual y colectivo, pues hoy, como en otras épocas de la historia humana, las sociedades del planeta se enfrentan a profundos cambios estructurales que, impactan en las vidas íntimas de las personas.